domingo, 9 de noviembre de 2008

Poco a poco...

Mis queridos amigos:
En una carta fechada el 13 de julio de 1876, Don Bosco escribía a Don Cagliero – recién llegado a Buenos Aires al frente de la primera expedición misionera en Argentina – diciéndole: “Tú eres músico, yo soy soñador de profesión”.
¡Don Bosco era un soñador! Es cierto. Un soñador que veía lejos, que vislumbraba siempre nuevos horizontes para su obra, que caminaba siempre adelante con seguridad ante las dificultades… Pero Don Bosco, era un soñador ¡No un ingenuo! Veía lo que estaba por venir con la imaginación de un creativo, con la confianza de un creyente, con la firmeza de un hombre tenaz y con la prudencia de quien tiene los pies en el suelo.
Así era Don Bosco. Capaz de entusiasmar a los que estaban a su lado con nuevos proyectos, de ilusionar a sus muchachos con nuevas obras, de alentar a sus salesianos con nuevos caminos abiertos en un mar de dificultades…
Pero sabía también mirar la realidad con la sabiduría de quien no se precipita ante las decisiones, con la calma de quien busca que las cosas maduren, con la serenidad de quien se sabe en manos de Dios.
Así, en la fundación de la Congregación, trató de dar pasos firmes y con paciencia ante las adversidades. Antes de enviar a sus primeros salesianos a Argentina, rechazo algunas otras ofertas en otros países. Antes de aceptar una propuesta para enviar a sus salesianos a Hong Kong, quiso asegurar la independencia de la obra y al no haber garantías rechazó la posibilidad. Antes de abrir una nueva casa calibraba bien las posibilidades de llevar adelante y en qué condiciones su proyecto.
Son sólo algunos ejemplos de un “soñador” bien despierto y con los pies en el suelo que sabía calibrar los tiempos y esperar el momento adecuado ante las nuevas oportunidades.
Hasta la temeridad, Don Bosco era capaz de ir adelante por el bien de sus jóvenes. Pero no le faltaba la inteligencia para afrontar con equilibrio y madurez los retos que la vida le ponía por delante.
Un periodista le pregunto en una ocasión:
- ¿Cómo ha hecho para extender su obra hasta la Patagonia y la Tierra del Fuego?
Don Bosco le contesto:
- Poco a poco…
En la carta escrita a Don Cagliero a la que me refería más arriba, Don Bosco le decía:
- A propósito de la casa en Roma, he decidido que se abrirá. Quizás cuando vuelvas podrás alojarte bajo nuestro techo. ¡Poco a poco!
De hecho la primera casa en Roma no se abrió hasta 1880.
Don Bosco fue adelante siempre con seguridad y confianza en el Señor, pero con la mirada prudente que requerían las circunstancias y consciente de que todo tiene su tiempo y su oportunidad. Fue un gran soñador, si, pero con la mirada larga y paciente, con la mente despejada y el prudente actuar de quien realizaba las cosas “poco a poco”, pero con tenacidad.
Somos, también nosotros, soñadores de profesión. Pero, como Don Bosco, con los pies en el suelo, con la mirada larga y paciente, con la creatividad del apóstol y la tenacidad de creyente. Por el bien de los jóvenes, afrontamos grandes empresas… poco a poco, pero sin tregua.
Buena semana. Vuestro amigo,
José Miguel Núñez

5 comentarios:

Unknown dijo...

Es un gusto saber de la obra de Don Bosco, es un gusto contagiarse de la generosidad de el. Pero es un orgullo saber de ti mi amigo Jose Miguel, desde Mèxico te mando un fraternal abrazo, que todos los dias estes lleno de bendiciones y con esa forma tan excelente de ser que tienes y en verdas es un gusto leer de ti mi amigo.

Cordialmente
Alain Torija (tu amigo Mexicano)

"Poco a poco..." vamos adelante, hasta siempre

Unknown dijo...

Es un gusto saber de la obra de Don Bosco, es un gusto contagiarse de la generosidad de Don Bosco. Pero es un orgullo saber de ti mi amigo Jose Miguel, desde Mèxico te mando un fraternal abrazo, que todos los dias estes lleno de bendiciones y con esa forma tan excelente de ser que tienes.Y en verdad es un gusto leer de ti mi amigo.

Cordialmente
Alain Torija (tu amigo Mexicano)

"Poco a poco..." vamos adelante, hasta siempre

Anónimo dijo...

todo seria mucho mas facil en este mundo si hubiera gente que tubiera el carisma,el amor,la alegria y las ganas de amar al projimo como la tenia don dosco.un saludo

Anónimo dijo...

Querido Alain: ¡Qué alegría!¡Cuánto tiempo! Ha sido una sorpresa estupenda encontrarte en la red... ¿Cómo estás? Quisiera entrar en contacto contigo... Ya me dices. Un abrazo. Pepe

pedrito dijo...

Buenas Alain Torija alias el Ahorita!. Soy David del Mercantil de Sevilla (España) Cuando estuvimos entrenando a tenis de mesa, recuerdas? Como te va la vida? Espero que muy bien. Quien pueda facilitarme su email o si lees este comentario, mi email es: deiff20@hotmail.com Me gustaría saber que es de tu vida y como te va por Puebla... Y si sigues viajando tanto... Un cordial saludo

David